CONCEPTO


La adolescencia es una etapa de transición que no tiene límites temporales fijos.  Ahora bien, los cambios que ocurren en este momento son tan significativos que resulta útil hablar de la adolescencia como un periodo diferenciado del ciclo vital humano. Este periodo abarca desde cambios biológicos hasta cambios de conducta y status social, dificultando de esta manera precisar sus límites de manera exacta. (Hamel y Cols. 1985)
La adolescencia comienza con la pubertad, es decir, con una serie de cambios fisiológicos que desembocan en plena maduración de los órganos sexuales, y la capacidad para reproducirse y relacionarse sexualmente.
Los cambios biológicos marcan el inicio de la adolescencia, pero esta no se reduce a ellos, sino que se caracteriza además por significativas transformaciones psicológicas y sociales.
Época de Inmadurez en busca de la Madurez 
El ingreso en el mundo adulto exige una serie de cambios, de maduraciones en todos los niveles del ser que desembocan en actitudes y comportamientos de madurez.  Este cambio pone de manifiesto que el verdadero sentido de la etapa adolescente es la maduración de la autonomía personal.  El adolescente en medio de su desorientación y conflictos persigue tres objetivos íntimamente relacionados entre sí:
  • Conquista de madurez entendida como personalidad responsable.
  • Logro de la independencia.
  • Realización de la cualidad de tener una existencia independiente, de ser, en definitiva, persona. 
Al comparar las actitudes o el comportamiento del adolescente con el “niño bueno” o el adulto responsable, se puede tener una falsa impresión de retroceso, ya que el adolescente es menos ordenado, menos sociable, menos dócil y menos respetuoso que antes; pero eso no significa que sea menos maduro o menos responsable.  Ahora el adolescente necesita obrar por convicciones personales lo que le conduce a replantearse su comportamiento anterior.  Ha elegido un campo de juego más difícil que antes, y esto produce que se obtengan peores resultados, sin embargo estos resultados no son signos de retroceso, sino de crecimiento, de madurez propia de la adolescencia.  Por tanto sería un error creer que la madurez llega de pronto al final de la adolescencia.